¡Hola! Soy el Doctor Hernan Boló.
Soy pediatra con más de 15 años de experiencia clínica. Me formé como médico en la Universidad del Pacífico de Asunción y me especialicé en pediatría en el Hospital Nacional por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.
Fui Jefe de Residentes, acompañando la formación de nuevos pediatras, y actualmente formo parte del Departamento de Neonatología del Hospital Materno Infantil San Pablo. A lo largo de mi carrera he combinado el rigor académico con la práctica clínica, aprendiendo en cada encuentro a comprender la complejidad y belleza de la infancia.
Mi pasión por la pediatría es la fuerza que me impulsa cada día: concibo cada consulta como un espacio de aprendizaje mutuo, donde enseño y sigo aprendiendo de cada niño y cada familia. Para mí, la medicina pediátrica no es solo aplicar conocimientos médicos, sino también abrazar la sensibilidad, las emociones y el entorno familiar de cada pequeño en sus momentos más importantes.
En cada paso he buscado unir la ciencia con la empatía: integrar la precisión médica con la ternura y el cuidado humano que cada niño merece. Mi compromiso es ofrecer la mejor atención, cuidando no solo la salud física de los niños, sino también su bienestar emocional.
Me mantengo en constante actualización a través de congresos, investigación e innovación, para asegurar que mi práctica esté siempre a la vanguardia de la especialidad y así brindar la mejor atención a mis pacientes.
Si querés consultar conmigo para el cuidado de tus hijos, podés hacerlo fácilmente desde el botón aquí abajo.
¡Agendar una Consulta!
Fui Jefe de Residentes, acompañando la formación de nuevos pediatras, y actualmente formo parte del Departamento de Neonatología del Hospital Materno Infantil San Pablo. A lo largo de mi carrera he combinado el rigor académico con la práctica clínica, aprendiendo en cada encuentro a comprender la complejidad y belleza de la infancia.
Mi pasión por la pediatría es la fuerza que me impulsa cada día: concibo cada consulta como un espacio de aprendizaje mutuo, donde enseño y sigo aprendiendo de cada niño y cada familia. Para mí, la medicina pediátrica no es solo aplicar conocimientos médicos, sino también abrazar la sensibilidad, las emociones y el entorno familiar de cada pequeño en sus momentos más importantes.
En cada paso he buscado unir la ciencia con la empatía: integrar la precisión médica con la ternura y el cuidado humano que cada niño merece. Mi compromiso es ofrecer la mejor atención, cuidando no solo la salud física de los niños, sino también su bienestar emocional.
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